El
grupo aspira a estar entre los tres grandes del sector y facturar 3.000
millones en 2025. Para lograrlo, debe ahondar en el giro estratégico
que inició hace unos años
Madrid
Marc Puig,
el presidente y consejero delegado de la compañía, dejó bien claras sus
ambiciones el pasado mes de mayo: “Queremos facturar 3.000 millones de
euros en el 2025 y estar entre los tres grandes grupos mundiales de
perfumes, con un 12% del mercado”. ¿Es un objetivo demasiado osado? Para
una empresa que ha doblado sus ventas en los últimos nueve años, de 984
a 1.933 millones de euros, no parece imposible volver a subirlos un 50%
en siete: tiene todas las cartas para lograrlo. Ya está entre los cinco
primeros grupos en el sector de la perfumería mundial, con el 10% de
cuota de mercado (en el segmento de lujo) y con una extensa cartera de
marcas (40), entre las que destacan enseñas exclusivas y propias como
Carolina Herrera, Paco Rabanne, Nina Ricci o Gaultier.
Algunos de sus perfumes como L’Air du Temps de Nina Ricci o One Million
de Paco Rabanne están entre los más vendidos del mundo.
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