El exceso de combustible con el que viajan algunos aviones para ahorrase la diferencia de precio entre unos aeropuertos y otros provoca cada año emisiones de CO2 equivalentes a una ciudad de 100.000 habitantes durante todo un año.
Ocurrió hace unos meses. Vuelo
de British Airways con origen en Reino Unido y destino en un aeropuerto
italiano donde el precio del combustible es superior. De ahí que, antes
de despegar, los responsables del aparato decidan llenar el tanque con
tres toneladas extra de queroseno. El objetivo: evitar tener que repostar en Italia -o repostar menos cantidad- para el trayecto de vuelta. Pero a más peso, mayor consumo.
Conclusión: el aparato acaba produciendo 600 kilos de emisiones
adicionales de CO2 que podrían haberse evitado. ¿Y a qué precio? La
compañía sólo de ahorró 46 euros.
Los detalles de esta operación aparecen en uno de los cientos de documentos internos de la compañía británica revelados por el programa de televisión Panorama de la BBC durante su emisión de este lunes.Más infomación en
https://t.co/qQfpuTbvrA?amp=1
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